jueves, 1 de mayo de 2008

la importancia de no ser importante.


todos, en algún momento de nuestras vidas, nos enfrentamos al universo conocido. alguna treta inconsciente nos incita a defendernos de sus trampas: nos ponemos, como resumirían los psicólogos baratos que participan en conocidos noticieros de tv, "a la defensiva". pero, ¿cómo no defenderse día a día de las infinitas plagas que se nos cruzan en el camino? y por plagas quiero decir pelotudos de mierda, ese núcleo de gente que se empeña en hacernos la existencia más difícil...

sin embargo, esto suscita un interrogante: ¿somos tan importantes como para tener un séquito de gente al rededor nuestro, deseando nuestra inmolación en la próxima marcha de la corriente clasista y combativa? y la respuesta, mis queridos, es NO: a nadie le importa, realmente, serrucharnos el piso. a excepción, claro, de esos forritos que nos quieren birlar el puesto de laburo, esos sí tienen la intención de que un día nos levantemos y tengamos un grave transtorno mental que nos despoje de ese filtro que nos hace retener las ganas de decirle a nuestro jefe que es un conchudo y que esa putita que se está cogiendo no merece para nada ese ascenso, ya que nosotros tenemos más cualidades. pero fuera de esos pocos, casi nadie tiene malas intenciones.


ese universo conocido que todos en algún momento interpretamos como nocivo, sólo nos quiere arropar y dar el besito de las buenas noches. o hacernos una milanga a la napolitana, en su defecto. y sí, aunque la mayoría no lo crea, somos nosotros los que flasheamos paranoia de colores y nos creemos demasiado imprescindibles para que el resto ocupe aunque sea un minuto de su vida en tener un pensamiento negativo sobre nosotros.


para demostrar mi teoría, acá les propongo un ejercicio bastante fácil:


1) siétese en una silla cómoda


2) ponga su mente en blanco


3) piense cuánto tiempo usa por día para pensar en los demás


eso es, NADA. la mayoría nunca usa su tiempo de calidad para pensar en otros por la simple razón que vivimos pensando en nosotros mismos. es obvio que, a veces, la mente puede barriletear un poco y hacernos visitar el ranchito ajeno, pero nunca es una visita tan significativa como para que nos acordemos al final del día. entonces, ¿por qué carajo se nos ocurre la idea de que hay gente haciendo complots en contra nuestro? si, al fin y al cabo, ¡los demás son tan narcisistas como nosotros!


así que, amigo, si usté está muuuuy preocupado por aquél comentario que creyó oir o se está quemando los sesos con ese pijón o esa conchita, haga lo que le digo: párese totalmente desnudo frente a un espejo y grite cuantas veces sea necesario "¡NO LE IMPORTO UN CARAJO A NADIE PORQUE TENGO EL PITULÍN CHICO/SOY MÁS CHATA QUE MUEBLE HECHO CON NIVELADOR!". va a ver que en unos minutos, en vez de preocuparse por lo que piensan los demás, va a sentirse tan inferior, tan bicho feo, tan inútil, que sólo va a intentar buscar una forma nueva de quitarse la vida sin tener dolor alguno. espero que le sirva de algo, a mi me sirvió. incluso conseguí un marido y un par de hijas con vidas para controlar, mire lo que le digo.


consejo de mónica wolwosky, licenciada en psicología transpersonal. lamentablemente, esta es la única fotografía que podemos mostrar de la licenciada... luego de esos copetines, la situación se puso bastante espesa y no queremos atentar contra su carrera mostrando una aplicación de su tan conocida terapia que involucraba enanos de circo y belgas turbios traídos al país específicamente para esa orgía sexual de conocimiento e intercambio cultural.


4 comentarios:

¤FlOrEnCiA¤ dijo...

Buena Wuornos, bue naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Si, la verdad es que me hiciste pensar y es asi. Uno piensa mas en uno que en los demas. Asi que por la vida hay que andar relajado, si yo flasheo un dia y me voy con un vestido floreado hasta a los tobillos, el que no le gusta que no mire, loco.
Tambien esta la gente que se persigue y que cree que todos tienen deseos sexuales hacia ella/el. Cualquiera...
Segui publicando estas cositas que forman parte de nuestro folclore cotidiano!!
Saludos,
Chigurh.

Radio Gnome dijo...

no sé eh, no sé..

yo desde pequeño siento la sospecha de que todo es un gran complot en mi contra con actores contratados y todo.. mientras crecía, me iba diciendo que no, que no podía ser, que quizás me la estaba creyendo demasiado, etc etc.. ..casi me había terminado de convencer de que eran todos delirios narcisistas míos, hasta que fui al cine a ver the truman show, y me di cuenta de que, efectivamente, no sólo había un complot mundial en mi contra, sino que dicho complot era tan grande que desde hollywood mismo me leían la mente y me robaban las ideas!! ..hihos de buta!!
además, disculpáme pero yo me paso el 65% del día pensando en los demás.. está bien, el 78,4% de ese 65% consiste en pensar cómo matarlos sin dejar ni una sola prueba, pero técnicamente, eso es pensar en los demás.


bueh, hablando en serio, creo que se trata de pura proyección: los bichos como nosotros flasheamos complots en nuestra contra porque nuestra mente oscurófila se la pasa complotando contra los demás, esos pelotudos insufribles.

Unknown dijo...

y q pasa si soy tontita y no pienso ?

Anónimo dijo...

te hacés un blog y salís a hacerte el cancherito por la net?